Isla Plana
Isla Plana debe su nombre a su proximidad a una pequeña isla, enclavada en la Bahía de Mazarrón, a la que se puede llegar a pie desde el pueblo y que está recogida como parque natural en el catálogo de islas e islotes del litoral mediterráneo.
Debido a sus playas de aguas transparentes y su arena dorada, esta localidad costera es un destino de vacaciones preferente. Tanto es así que su población aumenta de forma exponencial durante los meses de verano. Además, su fondo marino arenoso y una de las praderas de posidonia mejor conservadas de toda la zona la han convertido en un enclave único para el buceo y el snorkel, donde podemos encontrar meros, abadejos, sargos, corvallos o cigarras de mar.
La riqueza de su biodiversidad hace que sus playas sea uno de los lugares elegidos por la tortuga boba para el desove y anidación. Por lo que vecinos y visitantes deberán conocer el protocolo de actuación en caso de encontrar un nido, que parte de dejar espacio, llamar al 112 y no alumbrar con ningún dispotivo.
Otra de las características que la hace ideal para practicar buceo o, más concretamente, espeleobuceo, es la Cueva del Agua. Se trata de una cavidad inundada de aguas termales, cuya sima desciende hasta los 26 metros de profundidad y que presume de ser una de las redes hidrotermales activas más largas de España.
Junto a la playa de La Caleta y la ermita de Nuestra Señora del Carmen encontramos otro de los elementos más representativos de esta localidad como es el yacimiento arqueológico de Los Tinteros, que tiene una superficie de unos 15.000 metros cuadrados y data de época romana; y los Baños de la Marrana, unos baños termales construidos a finales del siglo XIX con la intención de aprovechar un pequeño manantial al que se atribuían poderes curativos.