La orografía del oeste cartagenero está caracterizada por sus accidentadas cumbres, fruto de los numerosos procesos geológicos que ha experimentado a lo largo de los años, por sus llanuras plagadas de barrancos y ramblas, y por sus acantilados que desembocan en el Mar Mediterráneo.
Integrados en las cordilleras béticas, los montes de mayor altitud de la zona son Peñas Blancas con 627 metros y La Muela con 546, seguidos por Roldán a 490 metros y La Picadera en Cabo Tiñoso a 405.
La imponente pared vertical de Peñas Blancas, de más de un kilómetro de longitud, está repleta de fisuras y grietas como consecuencia de la fractura de los bloques tectónicos, por la que los geólogos la denominan un “espejo de falla”. De origen calcáreo, este macizo parece blanco a la vista debido a la presencia de un liquen, pero en sus hendiduras se aprecia su tono terrizo original. Desde su cima se puede apreciar La Azohía, Cabo Cope y, en días especialmente despejados, hasta la Sierra de María, Cabo de Gata y Sierra Nevada.
Calificado como Lugar de Interés Geológico (LIG), destaca al oeste del municipio el Cabezo Negro de Tallante con sus 279 metros de altura, siendo además reconocido como Patrimonio Natural desde diciembre de 2007. Se trata del volcán más joven de toda la Región, ya que se formó en el Pleistoceno, y su última erupción data de hace poco más de un millón de años. De hecho, debido al buen estado de conservación de sus coladas de lava basálticas, es un lugar de especial interés para estudiantes de geología y vulcanología de todo el mundo.
Es importante también por su biodiversidad, ya que se ha convertido en el hábitat prioritario del Garbancillo de Tallante, especie que se creyó extinta hasta que fue redescubierta en 2004 en esta zona.
Siguiendo con a los puntos de interés geológico, tenemos la colada basáltica que recorre el margen izquierdo de la rambla de Peñas Blancas, ya que su rastro es muy sencillo de seguir pese a la erosión posterior. La misma calificación tiene también la colada del Cabezo Negro de la Torre de Nicolás Pérez que, al igual que la de Peñas Blancas, tiene su origen en el volcán del Cabezo Negro.
La franja litoral entre Punta de La Azohía y El Portús es también considerada como un lugar de interés geológico debido a su sistema de acantilados de piedras calizas formadas en el triásico y que cuenta con elementos de gran singularidad como el lapiaz de Cala Cerrada, el Arco de Cabo Tiñoso o los sedimentos cuaternarios de Cala Salitrona y la Aguja de La Muela.
Igualmente destacable es la orografía de sus fondos marinos, ya que sus acantilados se adentran en el mar formando cuevas y arrecifes que dan lugar a una inigualable biodiversidad de flora y fauna subacuáticas.