Con la primavera comienza a funcionar la Almadraba de la Azohía, una experiencia autentica y única es acercarse al muelle ver como descargan las capturas del día y adquirir un ejemplar de bonito recién salido del mar, en la subasta de que se hace en la Chanca.
La pesca de almadraba está considerada uno de los métodos más sostenibles y más respetuosos con el entorno marino y La Azohía es una de las zonas en las que se sigue practicando. Se lleva a cabo entre los meses de marzo y agosto y de las especies capturadas destacan el atún, el pez limón, la lecha, el emperador, caballa, lacha, golondrina, zarpa o jurel.
Este tipo de pesca consiste en instalar un laberinto de redes orientadas para aprovechar el movimiento de los peces que migran por la zona para el desove. Dependiendo de si las capturas se hacen en un sentido o en otro se la conoce como “almadraba de ida” o “almadraba de vuelta”, lo que determina la especie y la calidad de la misma. En el caso de La Azohía es “almadraba de vuelta”.
Las redes pueden permanecer instaladas más de dos meses y son los propios pescadores los que deciden cuándo se lleva a cabo la “levantá”, en la que las rodean con sus barcos y las suben, dejando atrapados a los peces.
Almadraba de La Azohía es una empresa familiar, que fue fundada por Juan Paredes Fernández en 1947 y que se ha encargado de mantener este arte de pesca milenario en las costas cartageneras.