El Molino Zabala, situado en la pedanía de Perín, se construyó a inicios del siglo XVIII, ya que aparece reflejado en el catastro del Marqués de la Ensenada (1755). Esta obra de Ingeniería ha estado en uso durante seis generaciones, siendo Pepe el Zabala su último molinero.
El Zabala es un “Molino Harinero”, mide 11,25 metros de altura (7 de la torre y 4,25 del chapitel) y 22 de perímetro. Como es característico entre los molinos de la comarca del Campo de Cartagena, cuenta con ocho aspas movidas por velas latinas, de 10 metros, a diferencia de las diez que acostumbran a tener los manchegos o neerlandeses.
Está situado sobre una altiplanicie, abierta a todos los vientos dominantes en la zona y con vistas al Mediterráneo. Su estructura circular, de sección troncocónica se distribuye en tres plantas. La planta baja, dedicada al almacenaje de cereal y los sacos donde guardar la harina; la primera planta, donde se encuentra el regulador centrifugo que, desde la segunda mitad del siglo XIX, aseguraba la automatización de la molienda; y la segunda, donde encontramos la maquinaria y las muelas del molino.
El Zabala cesó su actividad en 1986, y posteriormente fue restaurado con fondos del Programa de Desarrollo y Diversificación Económica de Zonas Rurales (PRODER) y está catalogado como Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento.
Más información. «El molino Zabala» (pdf). Carlos Romero Galiana.