La zona oeste está plagada de ramblas que, al surcar gran parte de su territorio, algunas de ellas fueron durante décadas el principal aporte de agua, tanto para uso doméstico como para riego o ganado, recorrerlas es descubrir otra cara del Oeste, tanto en su flora como en sus usos.
Para optimizar el aprovechamiento de estas ramblas, en sus cauces se construyeron diversas infraestructuras hidráulicas de las que aún quedan restos, principalmente de los siglos XIX y XX. Ejemplos de este tipo de elementos podemos encontrar en la rambla de los Jarales en Perín; en la de la Torre, situada en la Torre de Nicolás Pérez y en la del Cabezo Negro, próxima a Galifa.
Con una longitud de 5.993 metros, la rambla del Cabezo Negro está enclavada dentro del espacio protegido de La Muela, Cabo Tiñoso y Roldán y su cauce tiene agua durante gran parte del año. Nace entre los barrancos de las Morras del Toscal y el Cabezo Negro y desembocando en la Rambla de El Portús, junto al caserío de Los Díez de Galifa. Cuenta además con un afloramiento natural de agua denominado la Fuente Vieja.
Muchas de estas ramblas nacen en barrancos y acaban uniendo sus pequeños caudales para abastecer a otras más grandes. Tal es el caso de la rambla de Los Puertos y la de Casas Nuevas, que desembocan en la Rambla de Benipila. O los caudales que bajan de las Cuestas del Cedacero, el Alto de la Cárcel, la Morra de la Yesera y las Lomas de los Colorados hasta la Rambla de Peñas Blancas y su desembocadura final en la de Benipila.
Hasta la rambla de El Albujón llegan los aportes de la de Los Ruices, Derramadores o Escabeas que parten de las vertientes del Morro del Fraile y de la Morra de Tallante.
Las ramblas de los Díaz y Río Seco fluyen hasta la de Canteras y sus cauces conectan con el Espacio Natural Protegido de La Muela, Cabo Tiñoso y Roldán, funcionando como corredores biológicos.
La rambla con mayor amplitud de cuenca es la de Valdelentisco, situada entre los municipios de Cartagena y Mazarrón y su caudal se nutre con otras como la del Esparrillar. Esta rambla nace en el Morro del Fraile y desemboca en La Azohía.
La siguiente con mayor cuenca es la Rambla del Cañar. Nace entre los collados de Majasarte y de la Cruz, en el Rincón de Tallante, se adentra bajo Peñas Blancas y desemboca junto a la urbanización San Ginés en La Azohía. Se trata además de una de las ramblas más transitadas ya que por ella transcurre la Romería del Cañar, muy popular en el campo de Cartagena.
Al recorrer este cauce podremos contemplar un molino harinero del siglo XIX, la belleza de su cascada, la Fuente del Cañar o las ruinas de la antigua ermita de la Virgen de la Luz, todo ello a la sombra de Peñas Blancas y rodeados de un paisaje natural donde abunda la vegetación.
Destaca también la rambla de La Azohía, llamada así porque desemboca junto a la iglesia de esta localidad. El nacimiento de esta rambla se sitúa entre la Morra de los Garabitos y la Morra de los Monteses y tiene una longitud de más de 3.000 metros que atraviesa la llanura del Campillo.